Amo cuando vas caminando por la calle y de pronto te cruzas con dos o más chicas caminando que se visten casi igual, el pelo, la ropa, los zapatos el maquillaje y hasta la forma de hablar, es como si se mimetizaran después de años de amistad. Más que nada lo amo y lo admiro porque nunca pude experimentarlo.
Siempre me sentí distinta al ambiente en el que estuviera y muchas veces nunca me gustó como nadie se veía.
No hablo de sentirme mejor o peor que los demás sino simplemente de la sensación que me produce ver dos mujeres en un lugar y ajena a su mundo observar sus movimientos.
Simplemente algún día espero poder experimentarlo y dejar de ser una observadora.
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